La Iglesia de San Antonio Abad, de estilo gótico mudéjar,
fue construida, a finales del XIII o principio del XIV, tras la conquista
cristiana de la zona de Huelva y Niebla (1.238-1.262), sobre los restos de un castillo
musulmán, probablemente una fortaleza almohade, cuyas torres y muros fueron
aprovechados para la construcción de esta magnífica obra gótica. El estilo
arquitectónico de esta iglesia también lo encontramo en otros templos
construidos en el antiguo reino de Sevilla a partir de 1248. Estas primitivas
iglesias -con sus tres naves totalmente abovedadas y ábside poligonal- como son
Santa Ana (Sevilla), San Miguel ( Sevilla, desaparecida en 1868 ) y la del
Monasterio de Santa Clara de Moguer (Huelva), marcan un hito en la arquitectura
gótico-mudéjar.
Es el ejemplo más meridional de iglesia con falso triforio,
con un sistema de abovedamiento típico de la escuela arquitectónica de Renania
y fue también probable fortaleza de los Caballeros Templarios. Es un espacioso
templo de tres naves, separadas por pilares de ladrillos y cubiertas por
bóvedas nervadas. Con el terremoto de Lisboa (1.755) quedó muy deteriorada y
los arquitectos italianos que la reconstruyeron dieron a la fachada y a la
única torre que se pudo levantar el estilo neoclásico con el que aún hoy
permanece.
El templo presenta planta basilical de tres naves de igual
altura, con la central de mayores proporciones que las laterales, estas naves
se separan por tres arcos apuntados a cada lado que se sostienen sobre pilares
levemente cruciformes. La nave central se alarga en su cabecera para componer
el ábside mediante un tramo rectangular y un segundo hexagonal, mientras que
las naves laterales conforman su cabecera en testero plano, coincidiendo en
ambos casos con sendos torreones rectangulares de la fortaleza islámica y que
componen sendas capillas, la de Santa Catalina de Alejandría en la izquierda y
la de Santa María y Santa Ana a la derecha según se mira desde el altar mayor,
ambas están decoradas con pinturas murales del siglo XV.
La cubrición de estas naves y capilla mayor se realiza
mediante bóvedas ojivales cuya plementería es de ladrillo y los nervios de
cantería. En el ábside el primer tramo es sexpartito y el segundo de siete
paños. El arco triunfal es también apuntado y arranca desde dos gruesas
columnas, con otras dos más delgadas a cada lado que descasan sin basamento
sobre el mismo suelo. El nervio central o espinazo se halla flaqueada por
sendos baquetones de dientes de sierra. El presbiterio se ilumina mediante tres
ventanales de arcos apuntados con parteluz y rosetón superior pentafoliado.
En las naves laterales por cada uno de los tramos de las
centrales encontramos dos tramos abovedados de desiguales dimensiones, son
bóvedas de crucería cuatripartitas. Como en la central estas bóvedas se
mantienen mediante un estructura colgada, que hace descansar los nervios y
arcos fajones de las mismas en unas impostas adosadas al muro perimetral y a
los pilares de las arquerías respectivas, sin apoyo directo en el suelo.
Por encima de las claves de los arcos que separan las naves
se encuentra una estrecha galería a modo de tribuna o falso triforio. Los arcos
de esta galería son apuntados, presentan una arquivolta y se encuentran
abalconados mediante barandillas de forja.