Trigueros

martes, 26 de enero de 2016

La Ermita de la Santa Misericordia

Próxima a la iglesia parroquial de San Antonio Abad de Trigueros, casi detrás del ábside, se conserva la capilla del antiguo hospital de la Santa Misericordia. Su advocación original de Ntra. Sra. de los Remedios, cuya imagen titular aún recibe culto en el retablo mayor. Se trata de una escultura en madera policromada de los comienzos del siglo XVI.
Su instituto, según una tradición recogida en la visita pastoral de 1721, fue de peregrinos sacerdotes. Por ello, cuentan, que en dicho edificio se alojaron el padre Diego Laynes y su compañero, cuando llegaron a Trigueros, para fundar el colegio de la Compañía de Jesús. Más tarde se transformó en casa cuna para recoger niños expósitos. Función que cumple regularmente hasta el siglo XIX. Así, por ejemplo, en el informe de la visita canónica del año 1697, aparece ya destinado el hospital de la Misericordia para la crianza de niños expósitos. Misión que sigue desempeñando en 1760.
Para cumplir dignamente su misión contaba con ciertas rentas. En este capítulo anotamos que en 1711 tenía de renta cada año, en 27 novenos de tributos, 14.392 maravedís, que los 1.321 son de la cofradía de la Sagrada Vera Cruz que está anexa a dicho Hospital de inmemorial tiempo a esta parte, y la restante cantidad de este hospital. En 1721 obtenemos nuevos datos sobre el particular. Por aquel entonces Su renta se compone de 120 fanegas de trigo y 400 reales poco más o menos, con el valor de estos años en el trigo no está sobrada la casa, pero cumple todas sus obligaciones. Finalmente, casi al mediar el siglo XIX, en 1849, Madoz, al hacer una breve reseña sobre Trigueros, comenta que Hay un establecimiento de beneficencia, titulado la Caridad, que posee una renta de 2.100 reales, un pósito con 20 fanegas de trigo....
Respecto a la fábrica original de este hospital de la Santa Misericordia nada en concreto se sabe. Tan sólo, en la visita de 1725, se comenta que en lo que toca al adorno de su hermita está con alguna decenzia. Posteriormente, al sobrevenir el luctuoso terremoto de 1755, que produjo incluso la muerte de dos personas en la parroquia, el edificio quedó deteriorado. Que esto es cierto lo confirma un documento conservado en el archivo parroquial. Textualmente dice: Todas las ermitas, y hasta quinientas casas, de esta población, unas del todo arruinadas en tierra, otras amenazando próxima ruina se dieron por inhabitables por los Maestros Alarifes con la justicia real de esta villa hasta su reedificación. Y continúa, tras hacer constar el pánico general del vecindario y los daños sufridos, en los siguientes términos: a los quince días (el 16 de noviembre de 1755) con solemnes aparatos, y asistencia de todo el Clero, Comunidades, Cabildo, y mucho pueblo, se trasladó nuestro altísimo Dios Sacramentado a la iglesia de la Santa Misericordia, titular de Santa María de los Remedios de esta villa, que ya estaba reparada, y luego se mudó a dicha iglesia la pila del Bautismo Sagrado, y quedó establecida por ahora para todos los usos la Parroquia y la Administración de los Santos Sacramentos.
Hoy, del antiguo hospital triguerense que nos ocupa, perdura exclusivamente la iglesia. Su fábrica, de planta rectangular, presenta tres naves. La central se cubría con techumbre mudéjar en forma de artesa con tirantas, y las laterales con cubiertas lígneas del tipo denominado de colgadizo. Las arquerías divisorias de naves se componen de cuatro arcos de medio punto, enmarcados en alfices, que apean sobre pilares rectangulares. Sencillas nacelas marcan el arranque de los arcos (lám.1).
La nave izquierda, o de la epístola, comunica con la sacristía y un almacén. Ambas estancias carecen de interés artístico. La otra nave lateral, conocida popularmente como nave de la Virgen de los Dolores, nos consta que fue reparada en 1836. Un siglo después, el 23 de julio de 1936, tras ser retiradas algunas imágenes y objetos de culto, un exaltado grupo saqueó y destrozó cuanto quedaba en el recinto. Por fin, las últimas obras realizadas en el edificio corresponden el año 1974. En aquella ocasión, sustituyeron las antiguas techumbres de madera por techos rasos y colocaron la actual solería de terrazo. Dicha restauración desvirtuó el sabor que hasta esa fecha conservaba la antigua ermita.
La distribución del espacio interior se deja sentir exteriormente. El encalado imafronte de la ermita de la Santa Misericordia, por fortuna, conserva una deliciosa impronta dieciochesca. Su perfil superior trapezoidal subraya la disposición de las tres naves interiores. E incluso la portada y las dos ventanas del frontis insisten, una vez más, en esta subdivisión, al corresponder una a cada ámbito espacial. La portada principal queda flanqueada por sendos ventanales. Sus rejas, algo salientes, aparecen cobijadas por dos pilastras y un frontón curvo, en cuyo interior hay un pinjante. Tan escueta morfología destaca vivamente con las proporciones, formato y ornamentación de la portada. Su arco rebajado está amparado por dos pilastras dobladas de orden dórico-toscano sobre sus correspondientes basamentos. Los capiteles soportan sendos trozos de entablamento. Sobre ellos monta un frontón curvo partido y avenerado. Al centro un movido y recortado medallón enlaza con la espadaña, marcando, de esta forma, un cierto carácter ascendente en toda la composición.
El medallón central exhibe un paño de azulejería sevillana, en tonos blancos y azules, que representa a la Virgen de Misericordia, bajo cuya manto protector imploran los necesitados. El ondulado molduraje de sus perfiles conducen la vista del espectador hasta la espadaña, provista de su pequeña esquila.
La airosa silueta de esta espadaña se recorta ya, con toda nitidez, sobre el azul del cielo. Su arquitectura reproduce, en líneas generales, la tipología impuesta por la portada. Hasta tal punto, queda trabada con ella, que puede considerarse como ático de la misma. En conclusión, tan emotivo conjunto arquitectónico responde al gusto estético imperante en la segunda mitad del siglo XVIII.

Juan Miguel González Gómez
Revista de S. Antonio Abad. - Ayuntamiento de Trigueros. 1982

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